En esta ocasión voy a publicar una entrada referente a una bodega que visité hará ya dos años y que tiene un especial significado para mi, entre otros motivos, porque jamás cené tan bien y en compañía de familiares queridos, lo cual me trae buenos recuerdos.
En fin, todo lo que tengo que decir de este lugar es bueno. En cuanto al establecimiento, bien, mirando la foto que adjunto os podéis hacer una idea de la temperatura que puede hacer, eso sí, en invierno no hace frío ni en verano calor, siempre está a la misma temperatura y no es para menos por la profundidad a la que está.
Cuando por fin llegas abajo, te encuentras con un lugar olvidado por el tiempo, dejado de lado por las innovaciones tecnológicas, arrasado por la austeridad de su decoración.
En la foto apreciamos todo tipo de utensilios de barro colgados en la pared, aperos de labranza apropiadamente colocados y paredes laceradas tiempo a, con cinceles y picos de la época que, por no errar en su estimación diré con la boca pequeña que pudo haber servido de refugio en tiempos de la guerra de independencia española... Una verdadera reliquia de lugar conservada hasta nuestros días con cariño y nostalgia.
Ahora valoraré la comida y sólo el recuerdo de lo que nos sirvieron hace que mi estómago se resienta, que recuerde aquella noche, a pesar de estar cubierta de nubes amenazando lluvia , cuando conseguí subir las fatídicas escaleras, no veía más que estrellas, toda la sangre de mi cuerpo se unió con único objetivo... atender los requerimientos de mi estómago para hacer la digestión.
Es un asador, pero de esos que te ponen la cabra entera si pides chuletas. Las raciones eran impresionantes, los chorizos, las longanizas, morcillas, chuletas y demás entretenimiento culinario, estaban por todas partes, no se acababan nunca... y yo soy de buen comer, tengo que decirlo. IMPRESIONANTE. Ah... y todo a fuego de leña, por supuesto.
Para ir zanjando la crítica tengo que decir que la atención de los dueños de esta bodega, un matrimonio que ya pinta canas, es totalmente personal, cercana, familiar. Es como si llegaras a casa de tu abuela después de 10 años fuera y empezara a sacarte comida, como si creyera que no has comido desde la última vez que estuviste con ella. Según este matrimonio, <<Siempre cabe un poco más>>.
En fin, el resultado de mi valoración para este Asador-bodega es de un 9.
Y ahora las fotos:
Bodega El Perdigón S L
Calle Torre, 6, 49720 Perdigón ( El ), Zamora 980 57 66 24
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